Al igual que las personas, los gatos pueden sentirse temerosos ante ciertas situaciones. El miedo deriva del mecanismo de defensa que todos tenemos, y no tiene por qué ser negativo o perjudicial para el animal siempre y cuando no sea su estado más habitual, ya que en ese caso puede ser un signo de problemas en su estado de salud físico y mental. No obstante, siempre es bueno saber cómo reaccionar ante estas situaciones para poder ayudarlo a canalizar positivamente sus emociones y no empeorar el mal trago.
¿POR QUÉ UN GATO SIENTE MIEDO?
Para comenzar, los gatos tienes los sentidos muy desarrollados, por lo que es normal que se sobresalten ante ruidos fuertes o elementos desconocidos sin que ello implique que sufre algún tipo de problema.
Simplemente, algo le ha tomado por sorpresa y le ha asustado un momento, todo ello deriva de su mecanismo de supervivencia que todos los animales tienen de forma natural.
Sin embargo, si el minino se muestra siempre muy temeroso o se asusta con mucha facilidad sería recomendable acudir a un profesional para descartar algún problema.
Entre ellos, destacan:
-Los gatos que tengan un historial de maltrato o abuso físico y emocional, así como los que han sido abandonados o han nacido en la calle son propensos a tener el sentido de supervivencia muy desarrollado debido a las situaciones a las que se ha visto expuesto, por lo que no sería de extrañar que fuera especialmente miedoso, o incluso agresivo si cree que corre peligro.
-También es posible que haya desarrollado problemas de socialización como consecuencia de experiencias negativas o traumas anteriores.
-Esos signos de miedo podrían derivarse de causas patológicas, como enfermedades que alteran su capacidad sensorial o que le provoque algún tipo de dolor.
En todo caso, siempre puedes acudir a tu veterinario de confianza que pueda guiarte en el tratamiento de estos signos, además de expertos en adiestramiento que podrán aconsejarte y ofrecerte algunos trucos para saber cómo actuar.
ALGUNOS CONSEJOS PARA TRATAR CON UN GATO MIEDOSO
Para atraer a cualquier felino, siempre puedes probar a despertar su curiosidad en un entorno en que haya el menor número posible de estímulos ruidosos o agresivos, ya que a los gatos les encanta ser estimulados mentalmente. Si además el gatete se siente seguro te ganarás su confianza poco a poco, lo que te ayudará a calmarlo en sus momentos de estrés.
También es muy importante que si acabas de adoptarlo respetes su tiempo de adaptación al nuevo hogar. Déjalo que investigue todos los rincones de la casa y que se adapte a su refugio y a sus juguetes. Ya verás como poco a poco se va sintiendo más seguro y relajado en casa.
Y cuando te encuentres ante una situación que le provoque temor al gato, no te alteres y mantén la calma: los mininos pueden sentir las emociones de las personas, por lo que si estás nervioso y estresado no harás más que empeorar la situación. Actúa con normalidad, no grites y no hagas movimientos bruscos.
Además, es habitual que si se siente amenazado salga corriendo a refugiarse en algún sitio que considere seguro. Nuestro consejo: no le obligues a salir a la fuerza o se estresará aún más, intenta hacerlo salir con algún objeto que despierte su curiosidad y empleando el refuerzo positivo.