Muchas personas creen que un niño no ha de criarse con una mascota, ya que lo consideran un riesgo o una fuente de bacterias. Lo que no saben es lo equivocados que están: los animales proporcionan a los niños una larga lista de beneficios a nivel emocional y de desarrollo personal.
APRENDEN LO QUE ES EL RESPETO Y LA RESPONSABILIDAD
Si el animal es considerado un miembro más de la familia surgirá el vínculo entre el niño y su mascota, lo que desarrollará el respeto hacia el animal y les hará comprender que necesitan cuidado y que merecen la misma atención que se le presta a cualquier otro miembro de la familia.
Poco a poco, enseña al niño a darle de comer a la mascota, lavarla, sacarla a pasear y todas las responsabilidades que conlleva.
Al fin y al cabo, será el primer ser vivo del que el niño va a ocuparse, y eso les hará madurar.
DESARROLLAN EMPATÍA HACIA LOS ANIMALES
Un niño que desde pequeño ha vivido y crecido junto a su mascota ha desarrollado empatía y compasión, por lo que las probabilidades de que en algún momento de su vida maltrate a un animal son mucho más bajas que en el caso de un niño que no ha tenido contacto con animales.
LOS PREPARAN PARA EXPERIENCIAS Y LECCION DE VIDA
Las mascotas aportan lecciones de vida que quizá los adultos no somos capaces de transmitir a los más pequeños, y que les ayudará a hacer frente a determinadas situaciones que vivirán en el futuro. Como ejemplo: aprenderán sobre el nacimiento, las enfermedades, la muerte, accidentes, etc. Esto les hará comprender la importancia de cuidar y acompañar, comunicar y gestionar mejor sus emociones, y los prepara para futuras experiencias duras.
TRANSMITEN VALORES
Nuestros compañeros peludos nos dan su amor de forma gratuita, sin pedir nada a cambio. ¿Qué mejor lección de respeto, cuidado, fidelidad y cariño? Además, transmitirán otros valores como la importancia de cuidar, acompañar y demostrar amor a los seres queridos. No menos es importante es el desarrollo de una buena autoestima en los niños, gracias al amor incondicional de nuestros compañeros: ellos nunca los criticarán ni juzgarán.
LES AYUDA A RELAJARSE
Nuestras mascotas siempre conocen nuestras emociones, y saben cómo tratarlas. Serán un bálsamo para momentos de estrés y ansiedad.
Asimismo, alivian la ansiedad por separación cuando los padres no están en casa, ya que el animal es otro miembro de la familia y les dará apoyo emocional.
Además, ayuda a los niños hiperactivos a estar más tranquilos, ya que jugar con un animal supone todo un mundo de imaginación y risas.
MEJORA LAS RELACIONES
Los niños que han crecido junto a un animal ya saben cómo crear vínculos afectivos, lo que mejora a desarrollar relaciones con otros niños.
SENSACIÓN DE SEGURIDAD
Los animales reconocen a los niños como los miembros más indefensos de la familia, alguien a quien hay que cuidar y proteger. De hecho, no es raro que actúen como fieles protectores, por lo que su presencia hará que los niños se sientan seguros.
MENOS ALERGIA Y ASMA
Dejando a un lado el plano emocional, los niños que han convivido con animales desde pequeños tienen menor probabilidad de sufrir alergias y asma, puesto que al estar expuesto a los pelos de los animales desarrolla inmunidad hacia ciertos agentes externos.
Toda una serie de ventajas. ¡Tener una mascota en la familia es un gran privilegio!