Cuando un animal llega a tu vida, debería llegar para quedarse para siempre. No obstante, en muchos casos los dueños optan por librarse de ellos (de hecho, se estima que más de 300.000 animales son abandonados en España cada año). Nosotros nos preguntamos cómo la llegada de este animal a la familia pasa de ser un motivo de alegría a ser una carga por la que se plantearían el abandono del animal. ¿Cuáles son las razones más comunes que llevan a una persona a querer librarse de su compañero animal?
Motivos económicos.
Todos sabemos que mantener un animal en condiciones es costoso: los gastos en alimentación y en salud son elevados, a los que hay que sumar todos los productos que adquiramos para su entretenimiento, higiene, descanso, etc.
Nosotros siempre recomendamos tener en cuenta estos costes antes de adoptar a una mascota, y asumir que parte de tu presupuesto mensual irá destinado a los cuidados de tu compañero. Si los problemas económicos son sobrevenidos, intenta reducir los gastos, pero si la situación es insostenible y te planteas el abandono, ten en cuenta que hay muchas familias que estarían dispuestas a cuidar de él como se merece, en vez de abandonarlo a su suerte en la calle.
Camadas indeseadas.
Otro de los motivos más comunes es la llegada de camadas no deseados, que desemboca en el abandono de las crías y a veces también de la madre. Si para ti supusiera un problema hacerte cargo de las posibles crías de tus mascotas, deberías plantearte la esterilización. Si para ti no es una opción esterilizar a tu mascota, asegúrate de no perder de vista a tu mascota cuando la pasees o cuando estéis en lugares con más animales de su misma raza.
De todas formas, en el caso de que esa camada llegase existen más opciones frente al abandono. Si un animal ya adulto lo pasa mal y tiene altas posibilidades de que tenga algún tipo de accidente o enfermedad, imaginad lo que podría pasarle a una cría de apenas unos días de vida.
Son regalos.
Si un animal llega a nuestro hogar como regalo, puede suceder que parte de la familia no esté de acuerdo con tener una mascota. También es común que la persona a la que se lo regalamos desconozca las necesidades biológicas y afectivas del animal, así como su responsabilidad.
¿A quién no le suena regalar a los niños una mascota en Navidad? Si lo haces, debes explicarle a tu hijo que el animal no es un juguete, y que no se puede aburrir de él como si nada, si no que tendrá que cuidarlo y quererlo durante mucho tiempo. En algunos casos, cuando el hijo se aburre de la mascota, los padres podrían optar por abandonarla, debido a las responsabilidades que conllevan. De hecho, Ecologistas en Acción manifiesta que en torno al 30% de los animales que son abandonados durante los primeros meses del año tienen relación con los regalos navideños.
Dejan de ser rentables.
Muchos animales son criados para que realicen alguna labor que nos proporcione una rentabilidad, siendo el ejemplo más claro los perros de caza. Cuando los animales ya no pueden realizar esas laboras o el dueño considera que no son suficientemente buenos podrían llegar a sopesar el abandono.
Enfermedades de las mascotas.
Si la mascota tiene problemas de salud puede requerir tratamientos que sean muy caros y que tal vez la familia no sea capaz de asumir. También puede ocurrir que el dueño no tenga tiempo suficiente para hacerse cargo de la recuperación del animal, o que no quiere hacer frente emocionalmente a dicho problema.
Comportamiento.
Muchas veces se puede idealizar el hecho de tener una mascota, y no se tiene en cuenta que los animales, al igual que las personas, no son perfectos. Pero hay que tener en cuenta que un mal comportamiento se puede corregir con paciencia y adiestramiento.
Edad.
Cuando una mascota ya es anciana, no resulta tan divertida como antes, ni tiene el mismo comportamiento que en sus primeros años de vida, además de requerir más cuidados por parte de su dueño.
Enfermedad o fallecimiento del dueño.
Es común que cuando una persona fallece o no pueda hacerse cargo de su mascota por motivos de salud, los familiares no sepan qué hacer con el animal y opten por abandonarlos en la calle.
Mudanza a un lugar donde no se admiten mascotas.
Triste, pero cierto. No hay más que ver que muchas viviendas en alquiler no admiten mascotas. No obstante, si quieres seguir manteniendo a tu mascota siempre tienes la opción de buscar otra vivienda. Quizá esa casa te guste menos, pero tendrás a tu compañero.
Irresponsabilidad
Hay personas que no quieren obligaciones, y tener una mascota y cuidarla como es debido requiere una gran responsabilidad. Por desgracia, con este tipo de mentalidad es muy probable que las abandonen, porque para ellos sus animales no son importantes.
Embarazo o nacimiento de un bebé.
Muchas parejas podrían considerar que el animal podría hacerle daño al bebé, o que no tendrán tiempo de ocuparse de los cuidados de ambos. Con estos pensamientos, es probable que el animal acabe en la calle.
Problemas de alergia.
Puede ser que adoptes a tu mascota sin saber que tienes alergia, o que ésta se desarrolle después de años de convivencia con el animal. Ante estas circunstancias, los dueños podrían optar por el abandono.
Viajes o vacaciones.
Es muy común durante las vacaciones de verano, cuando las familias no saben qué hacer con sus mascotas. Pero existen otras opciones frente al abandono, como son las guarderías especializadas o dejarlos a cargo de alguien de confianza.
Creció demasiado.
Este es uno de los motivos que consideramos más absurdos y evitables. Todos sabemos el tamaño de una determinada raza de perro o del animal que adoptemos, y si no lo conocemos es tan fácil como informarse en internet. Si vives en un apartamento de 50 metros cuadrados, no adoptes a un gran danés.
En definitiva, sea cual sea el motivo siempre existen opciones frente al abandono a su suerte en las calles, ¡ellos no te harían eso!